El domingo 29 de octubre, a las ocho de la mañana, 62 socios y socias de Aviana realizamos la cuarta ruta de la temporada en una mañana de temperatura muy agradable y habiendo tenido la posibilidad de dormir una hora más, debido al cambio horario que se ha producido durante la noche. En esta ocasión nuestro destino es el “Pequeño Cid” en la cercana población de Petrer.
Iniciamos la ruta en el Parque de Montaña Daniel Esteve (área recreativa de Rabosa, gestionado por el centro excursionista eldense), descendiendo por un barranco (Rambla la Rabosa) que tiene gran encanto gracias a su abundante vegetación y a las pequeñas charcas que van apareciendo y que hemos de cruzar con cuidado pues están bastante embarradas llegando, en algunos puntos, a utilizar las oportunas cadenas que hay ancladas a la pared, para no resbalar.
Seguimos el curso del barranco pasando muy cerca del nacimiento de Rabosa donde el camino se bifurca. Tomamos el que asciende ligeramente y que nos conducirá al “Rincón Bello”, zona recreativa y de acampada distribuida alrededor de un barranco situado entre abruptas paredes rocosas, junto a un riachuelo, que forma preciosos rincones. Es esta zona de ocio donde paramos a almorzar.
Después de haber repuesto las fuerzas hemos retrocedido por el mismo sendero de la ida hasta llegar, nuevamente, muy cerca del nacimiento de la Rabosa. Desde allí, por sendas que bordeaban la rambla, entre un denso bosque de pinos, algún algarrobo, coscojas, lentiscos, romero y abundante brezo en flor, hemos continuado en una leve pero constante ascensión en la que, si te parabas y mirabas hacia detrás, se podía divisar claramente el mar y la ciudad de Alicante.
Antes de llegar a la parte más alta del recorrido hemos tenido un tramo un poco exigente debido a que la senda era bastante escarpada y con piedras sueltas, pero ha merecido la pena ya que, una vez alcanzada la cima, las vistas son espectaculares pudiendo contemplar la Silla del Cid, el Despeñador, la Sierra del Maigmó…
La ruta ha sido muy entretenida y variada ya que hemos comenzado descendiendo por una rambla húmeda, ascendido por sendas boscosas, pasado por una casa-cueva medio derruida, observado la cara posterior de la Sierra del Cid, el mar en la lejanía, finalizando con una suave bajada que nos ha llevado a nuestro punto de partida.
El recorrido, de unos 10 kilómetros y un desnivel positivo de 348 metros, es muy concurrido y nos hemos encontrado con bastantes senderistas a lo largo de la mañana.
Un domingo más los hermosos paisajes naturales y la compañía y el buen ambiente de Aviana ha contribuido a “cargarnos las pilas” hasta la próxima semana.
AVIANA
Necesitamos su consentimiento para cargar las traducciones
Utilizamos un servicio de terceros para traducir el contenido del sitio web que puede recopilar datos sobre su actividad. Por favor revise los detalles en la política de privacidad y acepte el servicio para ver las traducciones.